“Tendrás éxito en la vida si las personas que esperas que te quieran, te quieren. Charlie y yo conocemos personas que tienen edificios que llevan su nombre, que reciben grandes honores, etc.., y nadie los ama, ni siquiera las personas que les otorgan esos honores”
Warren Buffett
La mayoría de las personas piensan que tendrán éxito en la vida si:
Estudian una carrera con salida. Se colocan en una buena empresa. Trabajan duro, promocionan en la empresa y consiguen un gran sueldo.
Cuanto más arriba se escala en el organigrama de la empresa, más ingresos se obtienen. Cuantos más ingresos se obtienen, más comodidades, lujos, poder y respeto. Cuantas más comodidades, lujos, poder y respeto, más éxito.
Para muchas personas su concepto de éxito se parece mucho a esto. Hace unos años esa era precisamente mi definición de éxito. Consideraba que lograr un puesto de responsabilidad en una gran empresa y tener un sueldazo era alcanzar el éxito.
Pero luego observé como muchos de aquellos que ponen todas sus energías en subir lo más alto posible en la escalera corporativa, terminan descuidando otros aspectos de la vida que son mucho más importantes.
Y es que, ¿consideras exitoso a aquel que logra un cargo relevante en una empresa pero termina sufriendo una crisis de ansiedad, una depresión o un ataque al corazón a causa del estrés y la presión derivados del puesto?.
¿Consideras exitoso a aquel que dadas las responsabilidades de su puesto de trabajo no tiene apenas tiempo para disfrutar de su pareja y sus hijos?.
Por favor, no se malinterprete. No estoy diciendo que debamos rechazar un proyecto profesional atractivo o una promoción en una empresa. Pero sí que valoremos cuál es el precio que tendremos que pagar por aceptar más compromiso y responsabilidades y que consideremos si estamos dispuestos a pagarlo.
Porque, no nos engañemos, querido lector, todo en la vida tiene un precio, y cuando decimos SI a unas cosas, automáticamente estamos diciendo NO a otras.
Verlo desde esta perspectiva me hizo reconsiderar mi definición de éxito.
Salud mental y familia como principales pilares del éxito
Hoy en día, en mi definición de éxito, la salud mental y la familia son innegociables.
Priorizar estas dos áreas de mi vida, me ayuda a reconocer cuando voy por el buen camino y cuando me desvío.
Por tanto, hoy en día, una mejora profesional en mi vida solo es posible si no destruye ni mi paz mental ni mis relaciones familiares.
Si el éxito laboral me está haciendo ganar mucho dinero, pero me está destrozando psicológicamente, no lo quiero. Si me está dejando sin apenas tiempo para disfrutar de los míos, tampoco lo quiero.
Por eso las dos preguntas claves que me hago cuando busco mi éxito son:
- ¿Ese camino es beneficioso o perjudicial para mi salud mental?
- ¿Ese camino me acerca o me aleja de mi familia?
Las respuestas a estas dos preguntas son la brújula que me guía.
No importa ganar más dinero, no importa tener más poder, no importa obtener mayor reconocimiento. Si es perjudicial para mi salud mental o me aleja de mi familia, no es el camino que me acerca a mi nueva y particular definición de éxito.
Salud mental, porque podrás tener todo el oro del mundo, pero si no logras un estado mental saludable serás desdichado toda la vida.
Familia, porque cuando llegue tu hora, ¿de qué crees que te arrepentirás más?, de no haber conseguido el reconocimiento de unos desconocidos o de no haber construido relaciones significativas con tus seres queridos.