Voy a empezar este artículo con una frase con la que quizás no estés de acuerdo:
“No deseas un BMW, un Mercedes Benz o un Porsche. Lo que en realidad deseas es la imagen de éxito que proyecta en los demás poseer un coche considerado de lujo”.
Aquí tienes otra frase para la polémica:
“No quieres irte a la otra punta del mundo para bañarte en una playa paradisíaca. Lo que en realidad quieres es colgar la foto en las redes sociales para que todos tus seguidores y amigos vean que puedes pasar tus vacaciones en ese lugar”
Por supuesto, ambas afirmaciones no aplican a todo el mundo. Estoy convencido de que existen personas cuyo verdadero sueño sea tener un coche de alta gama. Igualmente, entiendo que habrá personas cuyo deseo más profundo sea pasar sus vacaciones en algún lugar determinado del planeta.
Sin embargo, también estoy seguro de que muchas de las personas que compran coches caros y viajan a lugares exóticos, lo hacen principalmente buscando ser admirados y valorados.
La razón es sencilla. Cuando conduces coches de lujo o cuando viajas a los destinos más caros y lujosos del planeta, estás mandando un mensaje a los demás: Yo soy valioso porque puedo permitirme esas cosas.
Podríamos comprar un buen coche con el que poder desplazarnos cómodamente. Podríamos ir a una playa cristalina de arena fina donde poder descansar, darnos baños refrescantes y disfrutar de largos paseos por la orilla. Pero claro, si ese coche no es lujoso y esa playa no está considerada como una de las más bonitas del mundo, pues no proyectaríamos una imagen de éxito.
La necesidad de validación puede destruir tus finanzas
Si te sale el dinero por las orejas, consumir artículos de lujo puede que no perjudique a tu economía domestica. Pero (y aquí es donde está el problema) hay muchas personas que consumen más lujo del que se pueden permitir en su afán por ser admirados y reconocidos por los demás.
Y este es uno de los principales motivos de que surjan hordas de esclavos modernos. Personas, muchas de ellas de clase media, que se endeudan más de lo soportable con el fin de aparentar llevar una vida de ensueño. Personas que podrían tener una vida financiera cómoda, pero que están al filo de la bancarrota financiera porque necesitan demostrar a sus familiares, amigos y vecinos que son personas valiosas.
Así de peligrosa es para nuestra salud financiera la necesidad de validación. Por eso, es importante entender que fundirte tus ahorros o adquirir montañas de deuda para exhibir un estatus social alto es una auténtica insensatez financiera.