El 19 de Agosto de 2004, no sería un día cualquiera en Google. Ese día la compañía saldría a bolsa. Para esas fechas, Google ya era el motor de búsqueda en Internet numero 1 del mundo y nadie dudaba de su potencial y capacidad competitiva. Su salida a bolsa era algo que suscitaba más atención e interés de lo habitual en Wall Street.
Sin embargo, muchas de las acciones permanecerían bajo el control de Google. Los empleados de Google habían comprado acciones a precios irrisorios cuando la empresa era todavía privada. Como resultado, la salida a bolsa de la compañía convertiría a muchos trabajadores de Google en millonarios instantáneos.
Y, como no, ahí donde huele a dinero fresco, aparecen de hasta debajo de las piedras una enorme cantidad de brokers y gestores de patrimonio ofreciendo sus productos y servicios para intentar llevarse una parte del pastel.
Conforme se acercaba la histórica fecha del 19 de agosto, se empezó a sentir el movimiento por los alrededores de las oficinas de Google. Comerciales y representantes de grandes compañías encargadas de gestionar activos financieros, se agolpaban a las puertas de la compañía con la intención de colar sus caros servicios a aquellos jóvenes y potenciales millonarios.
El vicepresidente senior de Google, Jonathan Rosenberg, sabedor de las perversas intenciones de estos listillos, se le ocurrió un plan para no ponérselo tan fácil.
El plan de Rosenberg
El plan de Rosenberg consistía en no dejar entrar en sus instalaciones a ninguno de estos vendedores de productos y servicios financieros, hasta que sus empleados no escucharan lo que les tenían que decir un grupo de expertos en el campo de la inversión.
Rosenberg organizó una serie de seminarios educativos para que sus trabajadores entendieran como funcionan los entresijos de la industria de gestión de activos. El vicepresidente quería lo mejor para sus empleados y el cartel que preparó era el Tomorrowland de las finanzas. Los elegidos fueron ni más ni menos que:
- Un laureado premio Nobel de Economía llamado William Sharpe.
- Un famoso economista y autor del famoso libro de finanzas “Un paseo aleatorio por Wall Street” cuyo nombre es Burton Malkiel.
- Y como cabeza de cartel, Rosenberg escogió al hombre que logró hacer accesible la inversión de bajo coste a millones de inversores, el mismísimo John Bogle.
A lo largo de 3 semanas, estos reconocidos y eruditos expertos en el campo de la inversión, darían a los empleados de Google un festival de las principales lecciones que todo inversor novel debería saber cuando se topa de frente con la industria de gestión de activos.

Cartel del Tomorrowland de la indexación
Semana 1: William Sharpe
El premio Nobel William Sharpe fue el encargado de inagurar el festival financiero. Sabedores del recorrido y la importancia del ponente, los empleados de Google estaban entusiasmados y ansiosos de escuchar lo que un gran premio Nobel de Economía les tenía que explicar acerca del funcionamiento de la industria financiera.
William Sharpe les podía haber hablado sobre su teoría de carteras o sobre métodos para evaluar los rendimientos de los vehículos de inversión. Pero, evitó toda esa complejidad y se centró en una idea simple pero muy potente:
“No pierdan el tiempo intentando superar al mercado. Pongan sus ahorros en fondos indexados y continúen construyendo Google”
Sharpe acababa de dar a los empleados de Google uno de los consejos más importantes que se pueden escuchar acerca de los mercados financieros. No pierdas el tiempo intentando batir al mercado porque a largo plazo es prácticamente imposible.
En su lugar, invierte en fondos indexados, captura el rendimiento que el mercado nos brinda a largo plazo y utiliza tu precioso tiempo en algo más productivo, como seguir desarrollándote profesionalmente.
Semana 2: Burton Malkiel
A la semana siguiente, le tocó el turno a Burton Malkiel, reconocido profesor de economía en la Universidad de Princeton y autor de uno de los mejores libros de inversión que nos podamos echar a la cara: “Un paseo aleatorio por Wall Street“.
En ese fantástico libro, Malkiel sugiere que un chimpance con los ojos vendados tirando dardos sobre las páginas de cotizaciones bursátiles de un periódico, puede seleccionar una cartera de valores tan buena como la seleccionada con el mayor cuidado por los expertos.
El consejo central que dió Malkiel a los empleados de Google iba en sintonía con lo expuesto por Sharpe la semana anterior:
“No traten de batir al mercado y no le crean a nadie que os diga que puede hacerlo, ya sea un corredor de bolsa, su mejor amigo o una famosa revista financiera que promociona el fondo estrella del momento”
Malkiel no pudo ser más claro en su exposición. Desconfía de todo aquel que te enseñe datos pasados para demostrarte que es capaz de batir al mercado. Te está intentando vender una estrategia o un producto que fue capaz de superar al mercado en el pasado, pero eso no significa que lo pueda hacer en el futuro.
Es muy fácil encontrar los pocos fondos que batieron al mercado en los últimos 10 años. Lo difícil es dar con los pocos que lo harán durante los próximos 10.
Semana 3: John Bogle
La persona elegida para cerrar el festival de charlas indexadas fue, ni más ni menos que el terror de la industria de gestión de activos financieros. Era el turno del hombre que más dinero a ahorrado a inversores de todo el mundo. La persona que hizo accesible a millones de inversores la inversión de bajo coste a través de fondos indexados, el gran John Bogle.
El consejo que dio el cabeza de cartel del festival financiero a los empleados de Google fue simple y directo:
“Los corredores de bolsa y asesores financieros que se ciernen en la puerta esperando entrar, están allí por una sola razón: llevarse vuestro dinero a través de comisiones exorbitantes y costes de transacción, muchos de los cuales estarán ocultos.
Ignorarlos a todos e inviertan en un fondo indexado. No tiene que ser el fondo indexado al S&P500 de mi gestora Vanguard. Cualquier fondo indexado de bajo coste y administrado pasivamente funcionará, porque todos son básicamente lo mismo”.
Demoledor. El consejo que John Bogle acababa de soltar en esa sala es uno de los más maravillosos consejos que puede recibir un potencial inversor. Y es que al bueno de John, siempre le preocupó la gran desconexión que existe entre el coste de los productos de inversión y el valor que aportan al inversor.
No hay que darle muchas vueltas. Es un problema de comisiones. Si la industria de gestión de activos puede alardear de algo, es de ser expertos en sustraer el dinero de los inversores a través de comisiones. Bogle dejo bien claro a su audiencia que la única motivación de aquellos que esperaban afuera, tenía mucho que ver con lo que podían obtener y muy poco o nada con lo que podían ofrecer.
El turno de la industria de gestión de activos
Tras terminar las tres masterclass de indexación organizadas por Rosenberg, llego el turno de los representantes de la industria de gestión de activos. Rosenberg les abrió las puertas de Google. Era el momentos de presentar sus productos y servicios a esos potenciales millonarios.
Pero no se encontraron lo que esperaban. En lugar de perritos dóciles y confiados se encontraron con una manada de leones dispuestos a luchar y proteger su futuro patrimonio.
Los representantes de la industria de gestión de activos fueron bombardeados con una multitud de preguntas muy incómodas sobre fondos indexados, mercados eficientes, comisiones y costes ocultos. Al no estar acostumbrados a ese tipo de reacción, muchos no sabían que responder. Otros se iban por la tangente.
Estos vendedores no tienen en su catalogo fondos indexados. Y es que, a la industria de productos y servicios financieros no le gustan los fondos indexados por dos razones:
- Por un lado, son un ataque a su ego. Los fondos indexados ponen en entredicho su capacidad para construir una cartera que bata al mercado a largo plazo.
- Por otro lado, vender fondos indexados de bajo coste a sus clientes tiene poco sentido para ellos. Si los venden ganan menos dinero. Si venden fondos administrados activamente con comisiones de gestión altas, ganan más. Es así de simple.
Conclusión
Los empleados de Google recibieron tres de los mejores consejos que un inversor novato puede recibir cuando comienza su andadura en los mercados bursátiles. Los tres consejos que la industria de gestión de activos no quiere que sepas:
- Nuestro tiempo, además de ser nuestro recurso más valioso, es limitado. No lo malgastes buscando la forma de batir al mercado porque a largo plazo es casi imposible. En su lugar, recoge los retornos que el mercado nos ofrece a largo plazo replicándolo a través de fondos índice y dedica tu preciado tiempo a mejorar tu vida personal y profesional.
- Muchos serán los que en su afán por venderte sus productos de inversión te aseguren que son capaces de vencer al mercado, pero los datos demuestran que pocos lo lograrán. Desconfía.
- La verdadera razón por la que a la industria de gestión de activos no le interesa ofrecerte fondos indexados, es porque apenas ganan dinero con ellos. Al replicar los movimientos naturales del mercado, un fondo indexado no requiere de ningún gestor experto cobrando altas comisiones por seleccionar valores.
Una vez que tuvieron claros estos tres maravillosos consejos, los trabajadores de Google ya sabían más de los mercados financieros que la persona media. A partir de ese momento, dejaron de ser presa fácil para la industria de gestión de activos, ya que comprendieron que:
- Todos los productos y servicios con altas comisiones que ofrece la industria, están pensados con el único objetivo de sacar el dinero a los inversores través de comisiones abusivas.
- Batir al mercado no es tan fácil como lo pintan los vendedores de la industria.
- No hay garantías de que los escasos fondos de gestión activa que han logrado superar al mercado en el pasado, lo vayan a seguir haciendo en el futuro.
- La opción más sencilla para hacer crecer el dinero a largo plazo es tener una cartera de fondos indexados de bajo coste.
Aquí tienes el artículo del que he sacado esta maravillosa información. Está en Ingles, pero merece la pena leerlo: “The best investment advice you’ll never get“