más no es mejor que suficiente

Más no es mejor que suficiente

Compartir

Más posesiones, más dinero, más lujos, más estatus. Siempre buscando más y más, ¿es que nunca tenemos suficiente?. Los seres humanos somos insaciables, tan pronto como satisfacemos una necesidad nos inventamos la siguiente. El problema es que por mucho que consigamos nunca parece que tengamos suficiente.

La trampa del «más es mejor»

Vivimos en una sociedad que continuamente trata de convencernos de que para ser alguien en esta vida hay que tener, cuanto más mejor. Pero la frase «más es mejor» trae consigo una trampa.

Cuando creemos que «más es mejor» tratamos de tener más para estar satisfechos. Pero una vez que conseguimos más, como seguimos pensando que «más es mejor», vuelve la insatisfacción y buscamos de nuevo más. Y así va pasando nuestra vida, pensando continuamente que a nada que consigamos un poquito más alcanzaremos la felicidad.

Joe Dominguez y Vicki Robin, coautores del libro superventas «La bolsa o la vida», se dieron cuenta del peligro que tenía la idea del «más es mejor» en la economía domestica de los estadounidenses y lo explicaron muy bien en un gráfico llamado «La curva de la satisfacción».

La curva de la satisfacción

La curva de la satisfacción representa la relación que hay entre la cantidad de dinero que gastamos y la satisfacción que nos reporta. Lo más sorprendente de la información que nos ofrece el gráfico es que la relación gasto-satisfacción no es lineal.

Es verdad que gastar dinero aumenta la satisfacción personal, pero solo hasta cierto punto, ya que llegados a un cierto nivel de gastos la satisfacción no solo deja de incrementarse sino que comienza a reducirse. Ese punto es la cima de la curva y se llama suficiente.

Curva de la Satisfacción

Escalando la curva de la satisfacción: Objetivo suficiente

Si como vemos en el gráfico, existe un punto de equilibrio llamado suficiente donde consumir más no supone mejorar nuestros niveles de satisfacción sino que encima comienzan a empeorar, ¿no es nuestra obligación llegar hasta él?. De ser cierto estaríamos ante uno de los secretos de la felicidad.

Según la gráfica para llegar a tener suficiente tenemos que pasar por 3 tramos:

  1. Supervivencia: Es el comienzo de la curva. Este tramo es cuando el dinero es usado para satisfacer necesidades vitales que resultan imprescindibles para nuestra supervivencia. Ejemplos de este tipo de necesidades son la comida, el refugio o la ropa. En esta parte de la curva el dinero gastado aporta grandes dosis de satisfacción.
  2. Comodidades: Es el segundo tramo de la ascensión a nuestro objetivo. Una vez satisfechas nuestra necesidades más básicas, podemos permitirnos gastar dinero en cubrir ciertas comodidades. Las comodidades están relacionadas con el confort y el bienestar. Ejemplos de comodidades son una mesa y una silla donde comer, un teléfono para poder llamar a tus familiares y amigos, un sofá donde relajarte, una pequeña colección de libros y películas para entretenerte,… Las comodidades no son vitales pero también incrementan, aunque en menor medida, los niveles de satisfacción de los individuos.
  3. Lujos: Es la última parte de la ascensión para llegar a suficiente. Tras tener cubiertas las necesidades de supervivencia y ciertas comodidades es momento de darse algún que otro capricho. No tienen por qué ser productos caros y exclusivos, más bien se trata de pequeños lujos como pueden ser escapadas de fin de semana, cenas fuera de casa, entradas a espectáculos,… En esta parte, la curva se aplana ya que se gasta más dinero que en el primer y segundo tramo pero no se obtiene tanta satisfacción.

Si has escalado los 3 tramos ascendentes de la curva, enhorabuena!! has alcanzado la cima de la curva de la satisfacción. Ahora ya tienes cubiertas tus necesidades de supervivencia, algunas comodidades y algún que otro pequeño lujo. Tienes suficiente.

Descendiendo la curva de la satisfacción: el hiperconsumo y el sobretrabajo

Consideras que tienes suficiente y te sientes feliz, pero mantenerse en lo alto de la cima no es tan fácil. Un buen día te fijas en tu vecino y ves que tiene un coche de alta gama mientras tu tienes un utilitario. Tu compañero de trabajo tiene un móvil de 1000 euros mientras tu tienes uno normalito. Muchos de tus amigos visten con una gran variedad de ropa cara y tu tienes un vestuario limitado de ropa sencilla.

Entonces piensas que ellos son más felices porque tienen más y «mejores» cosas que tú. Crees que si tú tuvieras lo que tienen ellos aumentarían aun más tus niveles de satisfacción por lo que decides comprar más cosas. Pero las cosas no solo cuestan dinero comprarlas, sino también almacenarlas, cuidarlas, arreglarlas y mantenerlas.

Poco a poco tu estilo de vida se vuelve más caro y necesitas trabajar horas extras e incluso fines de semana para poder mantenerlo. Ahora tienes más cosas pero menos tiempo libre para estar con tu familia y disfrutar de tus hobbies.

Sin apenas darte cuenta comienzas a descender la curva de la satisfacción y te alejas de ese lugar mágico llamado suficiente.  Te has adentrado en una espiral de hiperconsumo y sobretrabajo que reduce la satisfacción de la que disfrutabas cuando tenías suficiente. Has caído en la trampa del «más es mejor».

Comprar más cosas cuando tenías suficiente no ha aumentado tu satisfacción sino que la ha reducido ya que te ha generado una serie de esclavitudes que han reducido tu bienestar.

¿Cuánto dinero es suficiente?

La cantidad de dinero suficiente es aquella que representa el punto de equilibrio entre tener poco y tener demasiado. Sin embargo, no existe una cantidad de dinero estándar que represente lo que significa suficiente.

Las personas tenemos distintos valores y circunstancias. Medimos de manera diferente el bienestar y los lujos, y lo que es suficiente para uno puede que no sea suficiente para otro. Por tanto, cada uno de nosotros tiene un número diferente. Para algunos suficiente puede ser ganar 1000 euros al mes y para otro puede ser ganar 5000.

Yo necesito cubrir una serie de gastos como son comida, hipoteca, gasolina, luz, gas, internet,… Además, me gusta ir 2 veces al año de vacaciones, salir de vez en cuando a tomar algo con los amigos, ir a algún concierto… También me gusta ahorrar un mínimo de euros al mes.

La suma de todas este tipo de cosas me da mi número de la felicidad, la cifra monetaria que yo considero que es suficiente para vivir bien.

Es importante que identifiques cuanto dinero consideras  que es suficiente. Descubre tu propio número de la felicidad y tendrás la llave para escapar de la trampa del «más es mejor».

Conclusión

Ya lo decía Epicuro hace miles de años: «Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco». 

En un mundo donde «más es mejor» no es raro que perdamos la facultad de encontrar ese punto de suficiencia donde decidamos detenernos. Pensamos que si no consumimos vivimos vidas descafeinadas. Creemos que cuanta más riqueza material poseamos más felices seremos. Tenemos tan interiorizada la idea de «más es mejor» que por mucho que consigamos nunca sentimos que tengamos suficiente.

Cuantas más cosas queremos, más dinero necesitamos; cuanto más dinero necesitamos, más tenemos que trabajar; y cuanto más tiempo dedicamos al trabajo, menos tiempo tenemos para dedicarlo a cosas tan importantes como la salud, las pasiones, la familia o los amigos.

Cada uno debe averiguar por su propia cuenta que significa suficiente porque esconde buena parte de la felicidad. Si logras averiguar cuanto dinero necesitas para vivir bien pertenecerás a esa pequeña minoría que saben que más no es mejor que suficiente. Descubre tu propio suficiente y tendrás un punto de referencia a partir del cual puedes dedicar tu tiempo a otra cosa que no sea ganar dinero. Sabrás exactamente qué necesitas y entenderás que conseguir más no merecerá la pena si supone renunciar a otras cosas que valoras.

 

Compartir

4 comentarios en “Más no es mejor que suficiente

  1. Marga

    Cuanta razón, mi cambio fue cuando me regalaron un Kabeko, método de ahorro que yo desconocía. Me enseñó que no senecesita ganar grandes sumas para poder vivir con cierta holgura.

    Victor gracias por tu post.
    Marga

    Responder
    1. Víctor Autor

      Gracias a ti Marga por tu comentario.

      Yo no he utilizado nunca ese método pero me consta que funciona. Me alegra que te enseñase algo tan importante como aprender a ahorrar y gestionar tu dinero.

      Saludos!!

      Responder
  2. Opinatron

    Muy de acuerdo con el artículo Víctor, gran reflexión.

    Es algo que mucha gente debería tener siempre presente, el hecho de tener más y más cosas, y de gastar más dinero día a día no te va a hacer más feliz.

    La clave es ser capaz de diferenciar e identificar lo que te hace feliz y lo que realmente no te aporta nada. Si tienes eso claro, todo irá mucho mejor.

    Un saludo! Marc

    Responder
    1. Víctor Autor

      Pues yo también muy de acuerdo con tu comentario Marc!

      Muy cierto todo lo que dices. Creo que gastar dinero tan solo en aquello que verdaderamente necesitas y te hace feliz es clave

      Un saludo!!

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable: Víctor Murillo Sánchez

Finalidad: Responder y gestionar los comentarios que realizas en este blog.

Legitimación: Tu consentimiento.

Destinatarios: Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Webempresa (mi proveedor de hosting) dentro de la UE

Derechos: Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y supresión enviando un correo electrónico a victor@. Puedes consultar la información completa y detallada sobre privacidad en mi política de privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.