vivir por debajo de tus posibilidades

Vivir por debajo de tus posibilidades

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Una vez que te marcas como objetivo alcanzar la libertad financiera, uno de los primeros pasos que debes dar es vivir por debajo de tus posibilidades, es decir, llevar un estilo de vida por debajo de tu nivel de ingresos. Esta acción es condición necesaria pero no suficiente para lograr ser financieramente independiente.

Gastar menos de lo que ganas te va a permitir ahorrar y el ahorro es fundamental en nuestra estrategia. Pero después hay que saber invertir esos ahorros inteligentemente con el fin de obtener unas rentabilidades que a largo plazo nos permitan ser mas libres. Si prefieres gastar más de lo que ganas con el fin de aparentar ser rico, la libertad financiera no es para ti.

Por tanto, quédate con estas ideas:

  1. Vivir por debajo de tus posibilidades es el pilar sobre el que se edifica todo lo demás.
  2. Dependiendo del estilo de vida que adoptes serás capaz de acercarte o alejarte de la libertad financiera.

¿Cuál es tu estilo de vida?

Nuestro estilo de vida esta determinado por aquellos comportamientos y acciones que llevamos a cabo con el fin de satisfacer nuestras necesidades y deseos. El estilo de vida suele estar directamente relacionado con nuestro nivel de ingresos. Cuanto más ganamos más gastamos y, por tanto, vivimos un estilo de vida más alto. Sin embargo, no todo el mundo adapta su estilo de vida a sus ingresos.

Hay personas que llevan un ritmo de vida más alto del que pueden soportar, por lo que tienden a gastar más de lo que ingresan.  Son personas propensas a acumular demasiada deuda.

También existe el lado opuesto, es decir, personas que tras evaluar sus necesidades y deseos, llegan a la conclusión de que pueden vivir con menos de lo que ingresan y, por tanto, acumulan ahorro.

Salvo casos concretos en los que los ingresos son muy bajos y solo alcanzan para la mera subsistencia, la mayoría de las personas tenemos la opción de escoger entre 3 estilos de vida.

  1. Vivir por encima de nuestras posibilidades
  2. Vivir acorde a nuestras posibilidades
  3. Vivir por debajo de nuestras posibilidades

Lo creas o no, esta elección es una cuestión de mentalidad y seguramente cada uno de nosotros ya hemos escogido entre una de estas 3 opciones.

Ahora imagínate 3 familias que tienen los mismos ingresos mensuales pero que viven estilos de vida diferentes. Los primeros viven por encima de sus posibilidades, los segundos viven acorde a sus posibilidades y los terceros viven por debajo de sus posibilidades. Mismo nivel de ingresos pero tres estilos de vida completamente diferentes, veámoslo.

1. Familia que vive por encima de sus posibilidades

Esta familia vive una vida en la que sus gastos son superiores a sus ingresos. Es una familia con una mentalidad muy cortoplacista. No dejan para mañana lo que puedan disfrutar hoy, aunque eso les suponga pagar más por ello. Amantes de las tarjetas de crédito, no ven más allá del presente.

Conducen los mejores coches, tienen una de las casas más grandes del vecindario y visten las más elegantes ropas de marca. Siempre de paseo por los centros comerciales con su tarjeta de crédito preparada para ser desenfundada, no vaya a ser que encuentren algo interesante por casualidad y no puedan adquirirlo al momento.

Tratan de aparentar un estatus más alto del que se pueden permitir. Les gusta impresionar y se preocupan mucho por el que dirán los demás. Esta actitud les lleva a ser coleccionistas de prestamos: la casa, el coche, las vacaciones al Caribe, la televisión de 65 pulgadas,… Todo ello obtenido a golpe de prestamos y tarjetas de crédito.

Esta mentalidad basada en pedir prestado les hace ser destructores de riqueza. No solo no están construyendo riqueza, sino que están creando riqueza negativa, más conocida como deuda.

Al estar endeudados hasta las cejas, una simple reducción de sus ingresos los vuelve totalmente vulnerables y los puede condenar directamente a la bancarrota.

2. Familia que vive acorde a sus posibilidades

La segunda familia tienden a expandir sus gastos hasta cubrir sus ingresos. Tanto ganan, tanto gastan. Si cobran 1000 se gastarán 1000, pero si cobran 2000, se gastarán 2000. Adaptan su estilo de vida a sus ingresos.

Seguramente la mayoría de personas que conoces entran dentro de este grupo. Son más responsables que los primeros. Pueden llegar a mirar más allá del corto plazo. Aun así, su horizonte temporal no alcanza a vislumbrar el largo plazo.

También se endeudan, pero solo con las grandes compras como la casa y el coche nuevo. A diferencia de los primeros, éstos si que tienen en cuenta su capacidad para devolver la deuda. Sin embargo, cuando firman un préstamo, lo único que les interesa es si podrán pagar la cuota mensual. No se fijan en el dinero total que habrán de desembolsar por adquirir la deuda. Los intereses a pagar y la duración del préstamo son irrelevantes si pueden afrontar la cuota mensual.

Es una familia con una mentalidad de ingreso de trabajo. Sus gastos serán siempre equivalentes a su salario. Debido a esto, apenas ahorran y no crean riqueza.

Este estilo de vida les hace ser esclavos de sus nóminas y sus trabajos. Estos si que podrían llegar a soportar una reducción de su salario. Sin embargo, al no tener apenas ahorros, una perdida total de sus ingresos los puede conducir directamente a la bancarrota.

3. Familia que vive por debajo de sus posibilidades

Aunque tienen los mismos ingresos que los primeros y los segundos, esta familia lleva un estilo de vida en el que sus gastos son inferiores a sus ingresos.

¿Cómo consiguen esto? Priorizando el ahorro frente al gasto. Lo primero que hacen tras recibir sus ingresos es ahorrar para su futura libertad financiera. De esta manera, gastan lo que les queda después de ahorrar.

¿Son personas tacañas? En absoluto, una vez cumplida la tarea de apartar el dinero destinado a su futura libertad, no tienen ningún reparo en gastarse todo el sobrante en aquello que desean: ir de vacaciones, salir a cenar, comprar entradas para ver sus espectáculos favoritos,…

No están tan hipotecados como las otras dos familias ya que viven en una casa más modesta. También conducen coches más sencillos que han sido pagados con sus ahorros. Los miembros de esta familia son capaces de mirar a largo plazo por lo que tienen la fuerza de voluntad suficiente para diferir el deseo si ello les supone un ahorro de costes.

Tienen una mentalidad basada en aumentar su patrimonio neto. Son acumuladores de riqueza. Están interesados en alcanzar la libertad financiera por lo que una parte del dinero que ganan se destina a ahorrar e invertir con el fin de lograr ese objetivo.

Conclusión

Para muchas personas esto de la independencia financiera suena utópico, algo que sería muy bonito pero que es ficticio e ilusorio. No creen que lograr la libertad financiera sea posible. Pero si que se puede alcanzar.

Para conseguirla uno debe adoptar la mentalidad de la familia 3. Es necesario que construyas tu propia riqueza. Adopta un estilo de vida que te permita aumentar constantemente tu patrimonio neto.

El primer paso que debes dar es vivir por debajo de tus posibilidades. De esta forma comenzarás a ahorrar. Sin embargo no solo bastará con esto. Después tienes que invertir esos ahorros para que trabajen para ti durante el tiempo necesario. Una manera sencilla y que ha dado buenos resultados es invertir a largo plazo en una cartera diversificada de fondos indexados de bajo coste.

 

 

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