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La cartera Boglehead: Cómo crearla y gestionarla

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La cartera Boglehead es un tipo de cartera de inversión que debe su nombre a John Bogle, fundador de “The Vanguard Group”, una de las mayores gestoras de fondos del mundo. El principal objetivo de la cartera Boglehead, también llamada cartera de gestión pasiva, es lograr la libertad financiera mediante la inversión a largo plazo en fondos indexados.

Una de las principales virtudes de la metodología Boglehead es que al no requerir de conocimientos técnicos, aproxima el complejo mundo de la inversión a todas las personas. Además, crear una cartera indexada y hacerle un seguimiento, no requiere de emplear gran cantidad de tiempo.

John Bogle sugiere que es mucho más rentable invertir en fondos indexados que intentar batir al mercado, ya que la mayoría de fondos de gestión activa que intentan superarlo, no lo logran en el largo plazo. De hecho, esta filosofía de inversión ha demostrado con el paso del tiempo producir rentabilidades mayores que las obtenidas por el inversor medio tomando menos riesgos.

Pero, ¿qué son exactamente los fondos indexados?

Un fondo indexado es aquel fondo de inversión cuyo objetivo principal es replicar el índice bursátil o de renta fija al que está referenciado.

De esta manera,  el objetivo de un fondo cuya política de inversión sea replicar al Ibex-35, tratará de reproducir fielmente a este índice. Es decir, si la ponderación de Telefónica es de un 9% dentro del Ibex, el 9% del fondo indexado estará compuesto por acciones de Telefónica.

Por lo tanto, un fondo indexado tendrá una rentabilidad muy parecida a su indice de referencia. Para que te hagas una idea te diré que la rentabilidad media anual del ibex-35 en sus 25 años de historia ha sido de 6,82% y la del S&P 500 de 9,4%.

Cómo crear una cartera Boglehead y gestionarla de manera exitosa

Si quieres crear y gestionar una cartera Boglehead que te permita acercarte a tu libertad financiera aquí tienes unos consejos que te serán de mucha utilidad:

1. Tu edad en bonos

Debes reducir el riesgo de tu cartera diversificando tus inversiones entre acciones y bonos. En el mundo de la inversión riesgo y rentabilidad van de la mano: a mayor riesgo, mayor rentabilidad.

Las acciones son los activos con más riesgo, pero también los más rentables en el largo plazo. Sin embargo, al ser muy volátiles su rentabilidad no está garantizada en el corto plazo.

Por otro lado, los bonos ofrecen rentabilidades más bajas que las acciones ya que el riesgo es menor. Sin embargo no subestimes la importancia de tener bonos en tu cartera, al ser poco volátiles son la parte estable de tu cartera. Su objetivo es amortiguar la volatilidad de la renta variable, es decir, evitar caídas bruscas del valor de tu cartera debido a una bajada acusada de las acciones.

Tu cartera debe tener una parte de renta variable (acciones) y otra parte de renta fija (bonos). John Bogle argumenta que debemos asignar a nuestra cartera de inversión un porcentaje de renta fija equivalente a nuestra edad. Así, si tienes 30 años, tu cartera debe estar compuesta por un 30% en bonos y el otro 70% en acciones. De esta manera conforme vayas cumpliendo años tendrás una cartera mas estable y menos expuesta a los vaivenes del mercado, ya que iras aumentando progresivamente el porcentaje de bonos.

2. Mantén los costes de tu cartera al mínimo

Cada euro es importante en el largo plazo debido a la magia del interés compuesto. Compra fondos indice, su coste es mucho menor que el de un fondo gestionado. Un 1% de diferencia en los costes de un fondo puede suponer una enorme diferencia en el largo plazo.

3. Reduce el riesgo invirtiendo en el mercado completo

No intentes pronosticar cuál va a ser la próxima acción de moda. Es muy difícil acertar que empresa va a ser la siguiente Google o Apple. Tampoco hagas caso de aquellos “adivinos” y “videntes” que te dicen en que empresas invertir y en cuales no.

En lugar de comprar acciones y bonos de manera individual, compra un fondo indice y estarás invirtiendo en el mercado completo que replique. De esta manera, diversificarás, y por tanto, reducirás el riesgo de tu cartera. Como dice John Bogle no busques la aguja, compra el pajar. No pierdas tu valioso tiempo buscando el Santo Grial.

4. Apuesta por lo simple

No es necesario que tu cartera esté compuesta por 20 fondos, con 3 o 4 fondos es suficiente. Mantener la cartera lo más sencilla posible te facilitará rebalancear tu cartera y llevarla de manera más óptima. Para una persona que viva en Europa, con un fondo indexado que replique a las empresas del mundo, otro que replique a las empresas de Europa, y uno que replique la renta fija Europea sería suficiente.

5. Invierte pronto y con frecuencia

Los dos pilares de la inversión son el tiempo y el dinero. Cuanto antes empieces a invertir más aprovecharás la fuerza del interés compuesto. Practica un DCA (Dollar Cost Averaging), esto significa invertir todos los meses la misma cantidad de dinero sin importar si la bolsa esta cara o barata. Utilizando el sistema DCA te aseguras comprar más participaciones del fondo cuando el precio esta bajo y menos cuando el precio esta alto. De esta manera estarás promediando el precio de las participaciones a la baja en el largo plazo.

6. Rebalancea tu cartera

Con el paso del tiempo, los activos de tu cartera ofrecerán rentabilidades diferentes. Debido a un periodo de buen comportamiento de la renta variable, una cartera con valores de 70% para la renta variable y 30% para la renta fija, puedes encontrártela con valores de 75/25 respectivamente. Es hora de reajustar tu cartera para volver a adaptarla a tu perfil de riesgo. En este caso puedes hacerlo de 2 maneras diferentes:

  1. Traspasando el 5% del fondo sobreponderado (en este caso el de renta variable) al fondo que ha perdido peso en la cartera (el de renta fija) con el fin de reestablecer los porcentajes originales de 70/30.
  2. Comprando nuevas participaciones del fondo que esta por debajo de su porcentaje objetivo hasta que alcance dicho porcentaje (en este caso, el fondo de renta fija).

Rebalancea tu cartera una vez al año. Con el reajuste de tu cartera a los valores objetivo, además de estar readaptando tu cartera a tu perfil de riesgo, estarás ganando un plus de rentabilidad, ya que te estarás obligando a vender los activos que en ese momento están caros y a comprar aquellos que están baratos.

7. Mantente firme en tu estrategia

Una cartera Boglehead requiere de tiempo para que dé sus frutos. Tiempo en el cual podrás experimentar grandes subidas del mercado pero también padecer fuertes bajadas. Los rendimientos de tu cartera Boglehead variarán, algunos años serán positivos y otros negativos. Es importante que te mantengas firme en tu estrategia y controles tus emociones. Lo primordial es saber que, en el largo plazo, los rendimientos serán positivos y tu cartera indexada lo hará mejor que la mayoría de carteras de gestión activa.

 

 

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