aversión al riesgo

Siete factores que determinan tu aversión al riesgo

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Imaginemos que Juan esta participando en un concurso televisivo de preguntas y respuestas. Llegados a un punto, Juan ha conseguido acumular un bote de 10.000 euros. El presentador le ofrece dos alternativas:

  1. Plantarse y llevarse a casa esos 10.000 euros.
  2. Un doble o nada. Juan debe responder una pregunta más. Si la acierta se va a casa con 20.000 euros y si la falla se va con las manos vacías.

¿Qué hará Juan?. ¿Decidirá plantarse y asegurarse los 10.000 euros o, por el contrario, se arriesgará e intentará llevarse el premio a sabiendas que puede quedarse sin nada?.

Pues dependerá de su aversión al riesgo. Si Juan tiene una alta aversión al riesgo, seguramente se plantará, se meterá los 10.000 euros en el bolsillo y se largará a casa más contento que unas castañuelas. Pero si Juan tiene una baja aversión al riesgo, probablemente se envalentone y se juegue el todo por el todo.

Muy bien, ahora ya sabemos que haría Juan dependiendo de su grado de aversión al riesgo. Pero, ¿qué es lo que va a determinar el grado de aversión al riesgo de Juan?. Pues múltiples factores.

En este artículo vamos a ver qué es la aversión al riesgo y 7 de los factores mas comunes que la determinan. También analizaremos cómo afectarían cada uno de estos factores a nuestro concursante Juan, así como a nosotros como inversores.

¿Qué es la aversión al riesgo?

Antes de empezar con los 7 factores me gustaría explicar qué es la aversión al riesgo.

Se dice que una persona es adversa al riesgo si manifiesta una clara preferencia por la seguridad frente a la incertidumbre. El concepto de aversión al riesgo esta muy extendido en el mundo de la inversión. En este contexto, la aversión al riesgo sería el rechazo a poner tu dinero en productos financieros que ofrezcan una rentabilidad incierta.

Un inversor con un alto grado de aversión al riesgo evitará aquellos productos que no le aseguren una rentabilidad pactada de antemano. De esta manera, tenderá a invertir mayoritariamente en activos financieros que le proporcionen una rentabilidad que es sabida anticipadamente: bonos, depósitos, cuentas de ahorro,…

Sin embargo, un inversor con nula aversión al riesgo optará por productos financieros potencialmente más rentables aunque ello implique cierta perdida de seguridad del capital invertido. Son personas que invertirán en activos financieros como las acciones ya que, aunque son más riesgosas, pueden ofrecer mayores rendimientos.

¿Qué factores hacen que tengamos una baja o una alta aversión al riesgo? Pues como he dicho mas arriba hay infinidad de factores (personales, circunstanciales, psicológicos,…) que pueden determinar tu grado de aversión al riesgo, pero me voy a centrar en 7 de los más habituales.

1. La forma de ser

¿Cuál es tu actitud hacia el riesgo?. Cuando las personas nos enfrentamos a una situación que implica incertidumbre, le ponemos una etiqueta: amenaza u oportunidad. Si constantemente catalogamos todo tipo de situación incierta como una amenaza, tendremos una alta aversión al riesgo. Si por el contrario, las percibimos habitualmente como oportunidades, entonces tendremos una baja aversión al riesgo.

En el ejemplo del concurso de televisión, Juan puede catalogar esa situación de dos maneras: como la amenaza de perder 10.000 euros o como la oportunidad de ganar 20.000. Si percibe la situación como una amenaza, diremos que Juan (en este caso) tiene una alta aversión al riesgo. Si la percibe como oportunidad, diremos que Juan tiene una baja aversión al riesgo.

Conclusión:  Cuando inviertas en un determinado producto financiero analiza en que te enfocas. Si estas pensando en el posible dinero que puedes perder tendrás mayor aversión al riesgo que si estás pensando en el posible dinero que puedes ganar.

2. Saber a que te enfrentas

Conocer la situación a la que te enfrentas te va a permitir afrontarla desde otra perspectiva. Aunque esa situación implique incertidumbre, ya no vas dando palos de ciego. Desde esa posición las cosas se ven mas claras y, en consecuencia, te sientes mas preparado para hacer frente a la situación. Lo que podría identificarse como un peligro puede pasar a ser visto como una oportunidad. En definitiva, la aversión al riesgo baja.

Quizás a Juan le parezca muy arriesgado jugarse a una pregunta esos 10.000 euros que tiene asegurados. Pero, ¿y si el presentador del concurso le dice a Juan que la pregunta con la que se juega el doble o nada esta relacionada con el deporte?, ¿y si da la casualidad que Juan es un experto en esa categoría?. Vaya!, ahora parece que Juan tiene una mayor predisposición a jugarse el doble o nada. La percepción de riesgo a cambiado para él, su aversión al riesgo se ha reducido.

Conclusión: Si conoces al detalle el activo en el que inviertes, tu aversión al riesgo probablemente sea mas baja que si tan solo tienes conocimientos básicos del mismo. No está de más decir que si no entiendes el activo financiero, no deberías invertir.

3. Tener hijos a cargo

Ni la revalorización de los fondos de tu portafolio, ni los suculentos dividendos que te reportan las acciones de tu cartera, ni los preciados ingresos en forma de alquiler que te ofrece la casa que tienes en alquiler. Los hijos son nuestro mayor activo. Reparten dividendos a mansalva en forma de alegría y amor (aunque de vez en cuando te den algún que otro disgusto).

Pero, reconozcámoslo, también son una fuente de gasto. Hay que alimentarlos, vestirlos, educarlos,…Hasta que no empiecen a ganar dinero por su cuenta, dependen de ti. Por tanto, es lógico pensar que, cuántos más hijos tengas a cargo, más importante será tener una estabilidad financiera, y por tanto mayor será tu aversión al riesgo.

Volviendo al contexto del concurso televisivo. Si Juan necesita esos 10.000 euros -que tiene ya asegurados- para pagar los estudios de sus hijos, casi con total seguridad no los arriesgue. En este caso su aversión al riesgo aumentará.

Conclusión: Si tienes hijos que dependen de tus ingresos, seguramente no te hará gracia invertir la mayor parte de tus ahorros en activos que pongan en riesgo tu capital invertido. Sin embargo, una persona soltera podrá asumir mayores riesgos. Por tanto, a mayor número de hijos a tu cargo mayor aversión al riesgo deberías tener en tus inversiones financieras.

4. La situación financiera

El estado de tus finanzas personales también va a ser un factor que determine tu aversión al riesgo. Una persona que tiene una buena capacidad de ahorro y dispone de un buen fondo de emergencia para gastos imprevistos, estará en una mejor posición para asumir riesgos que otra que no tiene ahorros y a duras penas llega a final de mes.

Si nuestro protagonista del concurso (Juan) no tiene problemas de dinero, las posibilidades de que se juegue su bote acumulado a todo o nada aumentan. Sin embargo, si Juan esta hasta arriba de deudas y no logra ahorrar nada, verá en esos 10.000 euros una pequeña salida a sus problemas económicos.

Conclusión: Cuanto más saneadas estén tus finanzas menor aversión al riesgo tendrás. Tener una alta capacidad de ahorro y un fondo que te cubra de posibles emergencias te permitirá arriesgar más porque sabes que si inviertes y sale mal tu no te vas a caer.

5. Haber alcanzado el objetivo

Todas las personas tenemos objetivos o, al menos, deberíamos tenerlos. Esos objetivos pueden ser de toda índole: conseguir determinado objeto, alcanzar cierta cantidad de dinero, lograr un ascenso en el trabajo,…

¿Y que pasa una vez has alcanzado ese objetivo?. Pues que inmediatamente aparece el apego, es decir, el miedo a perder aquello que has conseguido.

Ahora imagínate que Juan sueña con comprarse un coche que ha visto en el concesionario de al lado de su casa y que casualmente vale 10.000 euros. ¿Qué crees que hará Juan?, ¿arriesgará los 10.000 euros?, o lo que es lo mismo, ¿pondrá en riesgo su sueño?.

Pues seguramente no. Juan ha conseguido lo que quería y probablemente no estará dispuesto a jugarse el dinero que le permitirá cumplir su sueño. Su aversión al riesgo, automáticamente, habrá aumentado.

Conclusión: Cuando todavía no has alcanzado el objetivo que te has propuesto con tu inversión te será mas sencillo arriesgar. Una vez alcanzado el objetivo, aparecerá el miedo a la perdida y tu aversión al riesgo aumentará.

6. La estabilidad de los ingresos

¿Son tus ingresos periódicos o, por el contrario, son intermitentes? Te lo pregunto porque este va a ser otro factor que determinará tu aversión al riesgo. Seamos francos, por muy valiente que seas ¿estarías dispuesto a arriesgar tus ahorros si tus ingresos son inestables?. Supongo que no, ¿verdad?.

Si nuestro concursante Juan no sabe ni cuánto, ni cuándo, ni de dónde va salir su próximo ingreso, seguro que no se arriesgará a perder 10.000 euros.

Conclusión: Como habrás deducido, tener unos ingresos estables te va a permitir invertir en activos con mas riesgo pero con mayor potencial de retorno. Por el contrario, tener unos ingresos inestables te lleva inevitablemente a tener mayor aversión al riesgo.

7. La cantidad de dinero que estás arriesgando

Aquí se ve muy claro el concepto de aversión al riesgo. En una misma situación, cuánto más dinero puedes perder mayor será tu aversión al riesgo.

Recuerdo las típicas apuestas que hacíamos entre amigos en mi época de juventud. En mi caso, si lo que me estaba jugando era una cerveza el miedo a perder era mucho menor que si me estaba apostando una cena.

Nuestro querido Juan esta en la tesitura de elegir entre si plantarse y llevarse 10.000 euros, o jugárselos a una pregunta en un doble o nada. Esta puede ser una decisión difícil para Juan. Pero imagínate que Juan esta al comienzo del concurso y acaba de conseguir sus primeros 100 euros tras acertar la primera pregunta, ¿continuaría jugando?. Ahora la decisión no es tan complicada, ¿verdad?. Me atrevería a decir con total seguridad que continuaría participando en el concurso. En esos momentos Juan tendría una baja aversión al riesgo. Esto es debido a que la cantidad que se está jugando (100 euros) es una cantidad muy pequeña.

Conclusión: Tu aversión al riesgo aumentará conforme mayor sea el patrimonio que tienes invertido. Si consideras que la cantidad que tienes invertida es pequeña estarás menos reacio a arriesgar. Si consideras que es una cantidad relevante, tu aversión al riesgo subirá. Por ese motivo el objetivo de los pequeños inversores suele ser aumentar su patrimonio y el de las grandes fortunas preservarlo.

Reflexión final

Hacer un análisis personal de estos siete factores te puede ayudar a clarificar cuál es tu capacidad para asumir riesgos. Conocer tu grado de aversión al riesgo te permitirá construir una cartera de inversión con la distribución de activos que te haga sentir más cómodo.

Los inversores pasivos utilizamos, principalmente, dos vehículos de inversión para configurar nuestras carteras: la renta variable (o acciones) y la renta fija (o bonos).

Los bonos pese a ofrecer rentabilidades bajas, son más estables por lo que serán el activo favorito de los inversores pasivos con alta aversión al riesgo. Las acciones, aunque sea un activo volátil, tienen la capacidad de ofrecer mayores retornos, por lo que serán el activo preferido de los inversores pasivos con baja aversión al riesgo.

 

 

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4 pensamientos en “Siete factores que determinan tu aversión al riesgo

  1. Alejandro

    Muy buen artículo Victor!

    Hay mucha gente a la que le cuesta conocer su grado de aversión al riesgo. O a algunos que se ven capaces de soportar una aversión al riesgo escasa pero que deberían ser tremendamente conservadores (no tienen dinero ahorrado, tienen personas a su cargo, trabajo inestable, etc)

    Un saludo!

    Responder
    1. admin Autor

      Coincido contigo Alejandro!.

      Es muy importante conocer nuestra aversión al riesgo ya que en base a eso se ha de construir el asset allocation de nuestra cartera de inversión. Hay personas que se obcecan con la rentabilidad y acaban por crear carteras demasiado agresivas y que no pueden soportar.

      Por otro lado, se puede tener una baja aversión al riesgo, pero si las circunstancias no acompañan es necesario replantearse el riesgo que podemos asumir.

      Muchas gracias por tu comentario,

      Un abrazo!!

      Responder

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